miércoles, 13 de mayo de 2009

Rosario Argüelles ...


Llevaba varias semanas, pensando en como actualizar el blog, que historia poner… un cuento, un refrán… pero me encontré con la triste noticia del fallecimiento de una persona muy importante, tanto para mi, como para este proyecto de la polavila, ya que fue una de las primeras participantes en la I edición de la misma, cuando tenía forma de fotolog, esta persona tan entrañable y querida por todos era Rosario, los que tuvieron la suerte de conocerla seguro que la recordarán con el mismo cariño, con el que la recordamos desde la polavila, sirvan estas palabras como pequeño homenaje hacia su persona. Hasta siempre Rosario, nosotros nos quedamos con toda la sabiduría y el cariño que compartiste con nosotros. Desde aquí sólo nos queda enviar un abrazo a su familia.


Para concluir recordaremos la historia que compartió con nosotros:



30/05/07
Hoy en nuestra polavila virtual, vamos a contaros un cuento que nos explica Rosario, es de la zona de San Martín del Rey Aurelio, Rosario es vecina actual de Pola, pero natural de esa zona. Esperamos que os guste.
Había un prado situado en ladera de un monte llamado el Carrozal era una pequeña montaña y todo el mundo le daba miedo cruzarla o simplemente acercarse...pues se contaban tantos miedos y misterios que atemorizaban a todos.Contaban que tenia una fuente fría y estaba encantada y algunos no se atrevían ir a beber, encima de dicha fuente, estaba una cantera y tenia una cueva , en ella habitaba una doncella que se decía que tenia un encantamiento y si cualquiera persona le viera se convertiría en una xana y solo saldría la noche de San Juan. Se peinaba al salir el sol y solo se rompería el hechizo si un varón dicha noche lograba echarle un manto a la cabeza y se convertiría princesa.Y para completar la historia de tan misterioso prado que le llamaban el peruyu, (Muy extenso y con tan cantidad de picachos y rugosidades y tan inclinado que había pocas posibilidades de dar un paseo por el excepto algunos bichos como raposos jinetes y demás bichos monteses A tal fuente fría todos los días venía una vieyina a buscar agua y decía que le daba salud y al preguntarle por el misterio que he referido nos decía eso era creer en agüeros, que entonces era como creer en el mismo diablo.Pero la moraleja era que la tal vieyina esperaba ver algún milagro del referido misterio