jueves, 12 de junio de 2008

Recuerdos de una infancia feliz


Hola voy a hablar un poco de lo que fue mi vida de pequeña. Me llamo Pilar Pérez Morán nací en Lavadoira, concejo de Tineo, el 14de abril de1936; como veis tengo 72 años y voy a contaros un poco de de mi vida cuando era niña pues no teníamos ni agua ni luz en casa todo era oscuridad. Yo era muy miedosa porque la luz que teníamos era un candil de petróleo y si hacia un poco aire quedábamos en una gran oscuridad yo estaba muerta de miedo otras veces poníamos una garavita colgada de las gamayeras y nos alumbraba para tejer hacer calcetines jerséis y para hilar lana para hacer la sarga para hacer carpinos pues era el calzado que teníamos con madreñas que tampoco conoceréis. Así y todo éramos muy felices.
Íbamos de noche para otras casas por la vicha y como no había linternas llevábamos un tizón que como tenia brasa moviendo fuerte daba un poco de claridad y alumbraba un poco.
Otras veces también llevábamos un mañuzo de pajas y también para ir a la esfuyaza del maíz y allí lo pasábamos muy bien pues los mayores nos contaban cuentos muy buenos y lo pasábamos muy bien después de estar hasta las 4 de la mañana íbamos a sobre cenar pues teníamos bastante hambre para nosotros era una fiesta muy grande pues no teníamos otras diversiones tampoco teníamos juguetes pues las muñecas las hacíamos de trapo y de panoyas de maíz pues cuando estaba verde tenían un pelo rubio muy bonito y las pelotas las hacíamos de calabazón y de patata yo nunca supe nada que hubiera reyes ni nada por el estilo pues como no tenía nada no echábamos nada de menos éramos muy felices íbamos al a escuela andando dos kilómetros veníamos a comer al medio día y volvíamos por la tarde teníamos que pasar por un rio que tenía un puente de madera algunas veces nos caía una madreña al rio y marchábamos y estábamos todo el día mojados igual éramos muy felices yo cuando tenía 10 años ya no volví mas a la escuela pues tenía que ir con las ovejas para el monte queso no me gustaba nada pues iba todos los días llorando pero luego venia cantando.

martes, 10 de junio de 2008

De como se recogían las castañas en el pasado...


Después de un confortable desayuno nos dirigíamos al castañedo cargados de varas y del gabito o garrucha, al llegar lo primero, ojeábamos un poco el castaño correspondiente, y después nos engarzabamos castaño arriba hasta llegar a lo más alto, desde donde al mirar hacia abajo, como se suele decir, “temblaba la pájara” jeje.
A veces llovía y otras veces la helada nos caía por las varas y las manos que había que soplar y así empezábamos la tarea que no todos los días caían bien.

A continuación otras personas, en particular jóvenes, mujeres y mayores las cogían con unas tenazas que se hacían de palos de castaño jóvenes, y un hombre llamado Carrexón
las transportaba a hombros con un maniego grande hasta la xoxa o curripa, para que axoxasen , lo que quiere decir, que el erizo se descomponía por efecto de la fermentación.
Después de este proceso que podía durar mes y medio o dos meses, se sacaban de la xosa con garabatos de madera y se mayaban a golpes para separar lo mayor de los erizos, a continuación se esparcían las castañas con el resto para que se secaran si hacia sol.

Un día un vecino de mi pueblo llamado Segundo, ideó una criba para separar las castañas de los restos de los erizos, rápidamente se fue extendiendo a todos los pueblos y a través de continuas reformas, resultó una herramienta muy útil y provechosa.
En la actualidad, debido al desarrollo todo se fue abandonando y ya no se hacen éstas cosas.
Víctorino Rodríguez Lozano de Arganzúa.

martes, 3 de junio de 2008

Recuerdos de la infancia de Pepe Muiña








Pepe Muiña, vecino de Pola de Allande, nos contaba como recordaba el sus polavichas:



Recuerdo, siendo muy niño el ir de por la vicha; pues esta daba comienzo al día siguiente de la feria de setiembre, o sea el día 29, y se prolongaba asta el día 19 de marzo. Yo estaba deseando que llegara la hora de cenar para ir a casa del vecino de turno pues no siempre se hacia en la misma casa se hacia en la casa donde había chariega daba gusto oír los granizos golpear en los tejados; Casi todas las casas estaban sin techo, pocas eran las que tenían cocina alta o como decían cocina económica esto último seria por que consumían menos leña.Siempre se esperaba a que llegaran todos, pues casi siempre solían ser los mismos y cuando alguno faltaba era por que se encontraba enfermo.Se contaban cuentos y los más pequeños prestábamos mucha atención solíamos estar quietos y callados. Los mayores solían mandarnos a bajar a casa Pérez o a la Agrícola comprar un litro de vino blanco que luego hervían y tomaban; a los niños no nos daban, no por miedo a que nos emborracháramos, no, lo que pasaba que sí nos daban, a ellos les tocaba menos jejej.A los menores solían darnos castañas bien asadas o cocidas eso sí nosotros no quedábamos sin parte. En Navidades después que cada familia cenaba en su casa solíamos reunirnos todos como una gran familia y vuelta a contar cuentos y leyendas mientras saboreábamos una miaja de turrón del duro , los mayores escobaban para comprar una de turrón duro y si tenían alguna monedilla más se compraba otra tableta del blando ¡¡aquellas si que eran Navidades¡¡ calentitos con el calor de la chariega y saboreando los turrones.¿Qué más podíamos pedir?. Felices que éramos con tan poca cosa, estoy contando esto que pasó en el año 1945 por aquella fecha había mucha hambre todo escaseaba menos la gana de comer. no se desperdiciaba nada todo valía.Decían en la polavicha en las noches largas del invierno cuando iba a nevar que el Pozo del Chao que “bramava” decían:- va a caer una gran nevada pues esta noche sonó el Pozo del Chao… yo no sé si seria cierto o no pero recuerdo que al día siguiente comenzaba a nevar y vaya nevada que caía, aquello era nevar duraban las nieves muchos días, ahora no se oye berrar el Pozo de Chao ni caen las nevadas de aquellos años ni tampoco se suele ir de polavicha pues cada familia se queda en su casa viendo la tele. En los años anteriores al progreso había más solidaridad que hoy, claro que los jóvenes de hoy se preparan con unos estudios, bien universitarios o una formación profesional y suelen una vez terminado los estudios y la formación marcharse a la ciudad a trabajar ya que aquí, me refiero en los pueblos no suelen encontrar trabajo, claro está los mayores no salimos de casa por las noches la verdad que se está muy a gusto en casa viendo la televisión. De esta forma se acabó la polavicha y aquella convivencia tan necesaria para relacionarse con las personas. Ahora casi no nos vemos por un lado somos menos los mayores que quedamos y como hoy y gracias a Dios todo vecino tiene televisión pues nos conformamos con lo de casa y al son de la tele yo por ejemplo suelo “apingallar”, esto para el que no lo sepa es adormilar sentado en el sofá a mi me presta mucho por ejemplo yo madrugo mucho y suelo acostarme tarde tengo una vida muy activa.


¿Que recodáis vosotros?